Las distracciones al volante son una de las principales causas de accidentes de tráfico. Un descuido puede ser cualquier cosa que desvíe la atención del conductor de la carretera y del vehículo, aumentando el riesgo de accidentes. Algunas de las distracciones más comunes al volante incluyen:
Utilizar el teléfono móvil: Realizar o recibir llamadas, enviar mensajes de texto o utilizar el teléfono móvil mientras se conduce son acciones que pueden desviar la atención del conductor y aumentar el riesgo de accidentes.
Comida y bebida: Comida o bebida mientras se conduce también puede ser una distracción, ya que requiere el uso de las manos y la mente del conductor.
Maquillarse o peinarse: Estas actividades pueden ser muy peligrosas mientras se conduce, puesto que requieren la concentración visual y manual.
Hablar con los pasajeros: Si los pasajeros están haciendo demasiado ruido, pueden distraer al conductor y disminuir su capacidad de concentración en la carretera.
Cambiar la música o la radio: Esto requiere la concentración del conductor para realizar la selección, y puede desviar la atención de la carretera.
Pensamientos distractores: Puede ser fácil perder la concentración cuando se piensa en problemas personales o laborales, y esto también puede ser peligroso para la seguridad en carretera.
Para evitar distracciones al volante, los conductores deben prestar atención a la carretera y al vehículo en todo momento, mantener las manos al volante y evitar realizar actividades que puedan distraerles de la conducción. También es importante dejar el teléfono móvil y otras distracciones fuera de su alcance mientras se conduce.